miércoles, 10 de octubre de 2012

La fuerza de la voluntad


Cambiar... Una palabra sencilla, que abarca una reflexión muy profunda.
En la adolescencia, los aciertos y desaciertos se vuelven un marco fijo que retendremos siempre, porque es en esta etapa cuando logramos dar todo de nosotros.
El éxito va muy de la mano con la felicidad misma, y depende del esfuerzo de cada uno, el escalón de aciertos o desaciertos que va pisando.
En la cultura religiosa general, el bueno va al cielo y el mano al infierno, eso, se puede palpar de manera más abstracta o simbólica. La vida en sí es una Ley: Ley CAUSA-EFECTO.
Si eres bueno, el efecto será que irás al cielo, y vicerversa.
Cada una de nuestras acciones, define nuestro futuro cercano,es decir, no podemos culpar a nadie por lo que recibimos en la vida, la mayor parte del tiempo somos nosotros mismos los encargados de nuestro pago.
Muchas veces, darnos cuenta de que nuestra vida, ya sea laboral, familiar o escolar va en un mal proceso, nos deprimimos y nos sentimos inferiores a los demás, luego nos creemos incapaces.
El mismo Einstein fue mal juzgado en su niñez, pues se le atribuía una falta de inteligencia, inclusive se decía que no llegaría lejos academicamente. Para rematarlo, el genio se aplasó en la época escolar; eso no le deprimió, de hecho, lo insentivó para "cambiar".
Todos tenemos esa magnífica capacidad de cambiar, de tornar lo negro en blanco, el odio en amor, el mal en bien.
Empecemos ahora mismo, y sin duda, se extenderá a nuestro contexto cercano, de lo particular a lo general.

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