martes, 9 de octubre de 2012

La importancia de la Educación

 
La educación en la juventud es realmente todo un reto. ¿Por qué? Porque en esa edad se cumplen las obligaciones básicas de educación, como la escuela y el colegio, para muchos son los únicos provechos educativos de su vida, es la edad más apta para acumular conocimientos y desarrollarse intelectualmente, y es la base de la persona que algún día se llegará a ser. El reto, empieza en una inconciencia en este aspecto. No es raro que miles de jóvenes no entienden la importancia de la educación; de hecho atribuyen mal las prioridades, en campos donde a veces la educación siquiera figura.
 Es normal que un joven no quiera estudiar o realizar las tareas, pero es allí donde empieza el problema. Debemos saber que dependiendo de la educación que recibamos serán nuestras capacidades laborales en el futuro.
 Nos quejamos de malas autoridades en el frente del país, pero no hacemos lo que debemos hacer para evitarlos: educarnos.
 Justamente porque esas personas no son aptas intelectualmente dependemos de unos retrogradas ignorantes, y así mismo seremos nosotros o las futuras autoridades si no nos fijamos objetivos claros.
 Primeramente, es solo pensar... La educación nos beneficia únicamente a nosotros mismos. La educación, la sabiduría y la sapiencia, indudablemente son mucho mejor que la riqueza material; pero combinando tal, la mejor sensación es la de la riqueza gracias al conocimiento, es decir, que ganemos lo que tenemos gracias al grado de esfuerzo que le brindemos a nuestros futuros trabajos.
 Un pensamiento de un profesor, me dejó pensando por años...
 "Un hombre trabajador, no estudió durante su juventud, pero sí empezó a trabajar desde temprana edad. Este hombre no tiene conocimientos básicos, pero si su fuerza corporal.
 
 Otro hombre, estudió rigorosamente durante su vida y se recibió con el título de arquitecto.
 El primer hombre del ejemplo, fue llamado por el arquitecto para construír un puente.
 
 El hombre, sacrifica meses de su vida para construírlo; sacrifica tiempo de caridad con su familia, se esfuerza físicamente, sufre en los calores fuertes de nuestro país, duerme con dolores de espalda.
 El día de la inauguración, la prensa otorga las felicitaciones correspondientes con todo el protocolo legal al hombre arquitecto, que no hizo más que planear el puente, mientras que el obrero ni siquiera fue invitado al festejo de gala por la inauguración del puente que tantos años construyó.
 El pago del trabajador humilde fue muy escaso, lo básico para sostener las necesidades primordiales de su familia; en cambio, el arquitecto recibió una gran suma, el honor, y las felicitaciones de todas las autoridades.
 ¿Quién te gustaría ser en el futuro? ¿El hombre que construyó el puente, o el que lo diseñó?
 Simplemente es para pensar...
 Sin duda alguna, la educación es una inversión de tiempo, que traerá beneficios cada día hasta el fin de nuestra vida.

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